Meteora

Abrir la ventana y ver semejantes moles rocosas ya es prometedor. Desayunamos (yogurth y mas yogurth), y nos fuimos a recorrer los monasterios. Al principio eran eremitas que se metian en las grietas y cuevas para rezar y tener una vida de ascetismo ( renunciando a los placeres materiales ) y a partir del siglo XV, los cristianos ortodoxos construyeron mas de 20 monasterios a los que solo se podia acceder escalando, o con una canasta tirada por sogas. Se puede entrar a 6, los demas fueron destruidos ( otomanos y segunda guerra) o estan en malas condiciones.  Algunos de los edificios parece que surgieran de la misma roca, es un paisaje impresionante. Entramos a los 4 mas lindos, para hacer justicia, 2 de hombres y dos de mujeres.  Las mujeres teniamos que ponernos unas polleras largas porque no se podia entrar ni en pantalon ni en  bermudas. Fue duro convencer a Luli, pero al final...no lo logramos. Ni loca se ponia "esa pollera horrrrrenda", asi que entro con las calzas y que le vengan a decir algo si son guapos, que ella les explica algo de moda.
Antes de emprender el regreso a Atenas, nos  mereciamos un buen almuerzo. Voy a confesar que hemos probado una buena parte de la carta de la comida griega y por suerte nos queda un dia mas....
En el camino, nos tentamos con las montañas de algodon que habia en los campos y nos tiramos de cabeza. El paisaje cambia totalmente: se terminan las miles de bolitas blancas y aparecen los olivos.